Como vecino del sector norte de Arica y usuario frecuente de Playa Chinchorro con mi familia, he observado durante los últimos meses cómo, cada fin de semana, tras las actividades recreativas y la masiva afluencia de visitantes, la playa amanece con una considerable acumulación de basura. Entre los desechos encontrados se incluyen botellas, bolsas plásticas, restos de comida e incluso mobiliario en desuso.
La situación es aún más preocupante debido a que la frecuencia de limpieza resulta insuficiente. Esto provoca que la arena se mantenga contaminada, que los niños jueguen entre residuos y que se intensifique el mal olor, especialmente con las altas temperaturas. Adicionalmente, esta problemática afecta directamente la imagen turística de nuestra ciudad, que debería velar por la conservación de este emblemático espacio tanto para sus residentes como para los visitantes.
La comunidad ha expresado reiteradamente su inquietud ante esta situación, esperando soluciones concretas. Aspiramos a tener playas limpias y seguras que dignifiquen a Arica, en lugar de convertirse en un foco de insalubridad y suciedad.